Al parecer existe un cierto consenso sobre el hecho de que ningún blogger decente debería conformarse con una sola publicación. De eso, y también de mis ganas de publicar cosas "más directamente relacionadas con la filosofía", nace
este flamante bodrio. Como corresponde, lleva un título --y una ilustración-- lo suficientemente crípticos como para mantener la apariencia de cierto misterio o de cierta erudición. Como corresponde, carece de cualquier contenido que pueda considerarse siquiera remotamente interesante para el internauta de hoy. También se ajusta a la política de reciclar posts que ya aparecieron en este blog, bajo la poco convincente justificación de que mantienen alguna relación con mis intereses filosóficos.
Espero poder seguir publicando en ambos, aunque probablemente de manera todavía más esporádica y errática que hasta ahora.
(Para una excusa que se pretende más seria que la presente, ver
Sobre este blog, en el susodicho engendro virtual.)
Saludos, y mis disculpas por adelantado (después no digan que no les avisé)...