viernes, abril 05, 2013

Homo Economicus (trompada prohibida)

Para el tipo hablar es un trabajo, escuchar es un trabajo, leer es un trabajo, escribir es un trabajo. Sonreír es la peor parte del trabajo. No está bien pago, pero en estos tiempos no hay mucho para elegir.
A principios de mes, si está de ánimos, el tipo se las arregla para que alguien le hable, lo escuche, le escriba, le sonría (previa erogación de su parte, claro está).
Cuando le preguntan por qué no sonríe más, por qué no dice nada, por qué no se deja de tristezas y amarguras -cuando le preguntan por qué no hace nada de su vida, por qué no se dedica a ser feliz de una vez por todas, por qué no se hace cura o revolucionario o mártir o profeta- el tipo saca el talonario y pregunta cuánto hay.