Ocasionalemente decidimos inventar alguna nueva profundidad donde desaparecernos en franca y despiadada mediocridad; y así borrarnos gentilemnte, hinchados de estúpida y anodina sabiduría. Podríamos argumentar cansancio, pero en realidad es otra cosa. Podríamos clamar desasosiego, pero nos ciñe el sagrado imperativo de no aburrir (al menos de no aburrir tanto, o tan seguido).
En resumen:
Me disculpo por no actualizar más seguido.
Hay lugares donde no llega internet.
Se hará lo posible por postear algo interesante a la brevedad.
Un abrazo para todos.
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