Un río enamorado.
Un cuento de dioses incontables, indescifrables, pestilentes, estresados.
Algún espectro enfermo de temor y soledad.
Un dragón esclavo y un dragón contaminado.
Brujas, sapos, despedidas.
Un tren, pajaritos de papel, flores marchitas.
Si de niño me hubieran enseñado a soñar...
El viaje de Chihiro
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