Ruido, memoria y algún que otro violento contratiempo
Respirar tranquilos. Sanos. Fuertes. Veloces. Generosos. Despertar sin miedos a la sólida presencia y la tersa armonía de las cosas y el espacio. Si ya lo hubiéramos olvidado, no añoraríamos el silencio y el desierto.
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