Hace un poco más de tres años, el tipo estaba deprimido y escribía cosas como esta:
"Como por ejemplo ahora, que escribo esto sin saber muy bien con qué objeto. En realidad sí que lo sé, estoy destruyendo el tiempo, como siempre lo hago. El viejo Cronos es sin duda un asesino despiadado, que se nutre de sus crías; pero agarráte los calzones cuando a un pendejito se le mete en la pretenciosa cabecita de mortal encarnar al Edipo más resentido, venenoso e ingeniosamente vengativo que se pueda imaginar. Terrón por terrón -o mejor todavía, aliento por aliento- el muy maldito va desgranando lo más campante los cimientos de su temporalidad. Y por supuesto, ahora tiene puesto el traje de Sísifo, y se sabe derrotado de antemano, y sí que le importa, pero por alguna razón (o mejor dicho: por ninguna razón conocida) no puede o no se permite dedicarse a tareas más productivas, como por ejemplo escribir algo bonito o al menos algo ingenioso, aprender a bailar el tango, hacer un curso de cocina, acostarse con una una linda (o fea) muchacha, irse sanamente de putas o descubrir la vacuna definitiva contra la pelotudez crónica. Será que se está más cómodo o todo lo contrario siendo un poco más consciente del movimiento que provoca la náusea."
Ahora el tipo se deprime menos y escribe mucho peor. Será de distraído, o quizá de cobarde, o de puro cínico que se ha vuelto últimamente.
3 comentarios:
Creo que el tipo del que hablas escribe mejor que en aquel tiempo (si es posible) que no es distraído, ni cobarde y mucho menos cínico.
Gracias por regresar, te estaba aguardando.
Alicia
Haber, me dejo pensando eso, la verdad que siempre me pareció que escribe bien ese muchacho. El asunto es que ha podido o sabido cambiar de modo por el cual te expresas, sin duda clara demostración de crecimiento personal.
Si te soy sincero, a mi me gusta mucho esa clase de narrativa (o lo que sea no estoy muy seguro el genero), será porque me gusta lo trágico y bizarro.
Pero sin duda lo escrito hace dos años, lo echo hoy o lo de mañana siempre me gustara.
Llegue a leer este viejo post tuyo haciendo de Sherlock Holmes por el cyberespacio, buscando en esos interesantes rincones de luz que se hayan inmersos en esta gigante oscuridad, rincones que subsisten por sí mismos a diferencia de esas gigantes penumbras, que vacías, deben su existencia a esas aún más vacías miradas que las frecuentan.
Sólo comento para decirte gracias, para matar el mismo tiempo que vos mataste hace ya muchos años, y sin embargo hoy sigue vivo aquí, sólo que hoy me toca a mí ser molestado.
Por cierto, me gusta mucho como escribe ese tipo. Y más me gusta que su escrito sea como una mano que me ayuda mientras me hundo en la inmensidad del tiempo que me absorbe mientras lo veo pasar sin hacer nada
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